
Dicen los psicólogos que la imaginación favorece el desarrollo de la actividad mental del niño, como si de una gimnasia voluntaria se tratase. Las joyas literarias más codiciadas en esta etapa son los cuentos fantásticos, que narran historias donde los árboles bailan, las piedras corren, los ríos cantan y las montañas hablan. Los niños sienten especial fascinación por los castillos encantados, las voces misteriosas y las varitas mágicas. La fantasía es una condición básica del desarrollo normal de la personalidad infantil, imprescindible para que se expresen libremente todas sus posibilidades creadoras. De ahí el propósito de guiar a los niños hacia este mundo, que es su propio mundo, con la ayuda de libros que estimulen el desarrollo de su imaginación, su destreza lingüística y la sensibilidad estética.
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El hombrecillo de papel
Fernando Alonso
Everest
Los traspiés de Alicia Paf
Gianni Rodari
Anaya
El bosque de los grumos
Carlo Frabetti
Alfaguara
Una pesadilla en mi armario
Mercer Mayer
Kalandraka
El cartero simpático: o unas cartas especiales.
Janet y Allan Ahlberg
Destino
Historia de Babar, el elefantito
Jean de Brunhoff
Alfaguara
La tienda de Mister Daffodil
Asun Balzola
SM
El niño que no quería ir a dormir
Helen Cooper
Juventud
Cambios
Anthony Brownw
Fondo de Cultura Económica
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